BATERÍA - IMPROVISACIÓN: (Por Ricky Báez)

 

Parte 1

Improvisar significa tocar algo sin haberlo preparado previamente, por lo que se puede decir que la improvisación es el arte de la creación espontánea, no pudiendo llevar un mapa mental cuando la llevamos a cabo porque ella misma nos estará sacando de curso constantemente.

Por eso, la mejor preparación para improvisar es no tener nada preparado justamente, caso contrario no sonará "creíble" aunque ello signifique jugar un poco con los límites mismos del caos y con la adrenalina del riesgo.

Al hablar de improvisación, se podría decir que implícitamente nos estamos refiriendo también a "hacer solos", pero eso es relativo ya que algunos de ellos están improvisados en su totalidad, otros previamente armados de forma completa y otros reúnen los dos caracteres teniendo una intro y final armados y el desarrollo es improvisado.

La situación de improvisación suele darse comúnmente en tres oportunidades:

a) Estando solos (Esto implica: Improvisar en las horas de práctica, o individualmente dando una clínica, o cuando una banda en vivo nos da unos instantes para ello)

b) Con uno o más colegas (Improvisar interactuando de forma simultánea, respetando un turno asignado, por ejemplo en los clásicos encuentros de bateristas)

c) Con una banda. (Improvisar interactuando de forma simultánea con dos o más músicos de otros instrumentos, respetando una estructura musical)

Que sucede en nosotros mientras improvisamos

Para este punto citaré resumidamente el trabajo "Esta es tu mente en Jazz" de los doctores Charles Limb y Allen Braun para la universidad Johns Hopkins (USA) en base a resonancias magnéticas realizadas a algunos músicos. La conclusión fué que no es factible llevar a cabo un análisis de lo que estamos haciendo al improvisar porque es el momento en donde nuestros cerebros desaceleran actividades en sus partes frontales (corteza pre-frontal dorso-lateral). Al bajar la actividad en esta parte, se siente menos inhibición y las acciones planificadas no son posibles; por eso la improvisación se la asocia con la libertad.

Estas zonas reflejan actividades muy similares a las que se activan mientras uno está soñando y se detectó que las áreas de percepción sensorial del cerebro y las áreas vinculadas a la expresión se activaban con intensidad, presentando patrones similares a los de un estado R.E.M. (movimiento ocular rápido) el momento más cercano a la vigilia y en el que más se sueña

 

Parte 2

Otra zona activa es la corteza pre-frontal media que se encuentra en el centro del lóbulo frontal, relacionada con la personalidad, la subjetividad y la consciencia del ser como individuo. Se activa cuando uno cuenta una historia personal; y cuando se trata de la auto-expresión, por eso cada improvisación es única y sólo suena como cada individuo puede sonar.

Es un estado de ánimo notable en el que el músico genera la música que nunca ha sido oída, pensada, practicada o tocada antes. Lo que sale es completamente espontáneo.

Aclaro que en este caso los autores asocian el Jazz con la improvisación por una cuestión de historia, pero en verdad lo es a cualquier estilo dependiendo de la idoneidad del artista.

Como encarar la situación de ponernos a improvisar

Sobre todo recordando que no puede ser un evento pensado porque es el momento en que el cerebro trabaja con zonas donde no hay planificación y sí desinhibición.

Una vez que dejas fluir la primera idea empiezan a sucederse las demás, semejante a lo que sucede cuando destapas una cañería, el tapón sería comparable a la presión que tus inseguridades ejercen sobre ti mediante los clásicos mandatos: tu puedes, tú no puedes, no debes, no es momento, no estás capacitado, no te atrevas, no tienes con qué, usa este recurso, ahora usa este otro, etc.

Recuerda que no es la cantidad de recursos sino la calidad de su uso y que la capacidad emocional con la que transmites tus estados es vital.

Lo maravilloso de improvisar y "entrar en trance", es apreciar como la creación se las ingenia con muy pocas herramientas y de un modo completamente impensado.

Por eso es válido dejar por sentado que lo único previo a una improvisación, sea una buena predisposición psíquica-física-espiritual y musical, porque cuanto más bajadas de línea fluyan, más podrás reproducirlas fielmente en el momento. No se trata de memorizar sino de dejar fluir.

 

Parte 3

Como tiene que ser una improvisación

Tiene que ser básicamente honesta, con eso es suficiente, no debemos meternos en áreas en las que nos sabemos si saldremos airosos. Es conveniente, empezar con perfil bajo, con ideas simples, y que vayan sucediéndose a modo consecutivo.

Imita a la creación que, aunque es constante, se manifiesta escueta y fugaz de ahí la famosa frase "lo bueno cuando es breve dos veces bueno", es mejor dejar a la audiencia con ganas que bostezando o hablando en voz alta porque te has tornado en una molestia que no logra atrapar la atención de nadie.

Recuerda, un solo es para contar historias, divertirse, disfrutar, ser musicales o para usarlo como una marquesina de exhibición todo es válido, pero debes saber que el resultado a lograr será acorde a la elección tomada.

¿Se puede enseñar a improvisar?

Se pueden enseñar frases, estructuras, pautas de cómo abordarla con esos elementos, dar ideas de cómo desarrollar una improvisación pero la historia que se vaya a contar con ello de manera espontánea es del alumno, en ese punto la improvisación es de él, ya no se puede ni se debe tocar por él.

Se pueden educar a las personas, pero el don de la creatividad pasa por ellas, o lo mismo decir: se puede enseñar a una persona a tocar la batería, pero no se podrá enseñarle a ser baterista.

La improvisación es la ocurrencia del artista, y es el artista quien se revela ocurrente o no. Los contenidos de cualquier método son aplicables a la improvisación, dependiendo de la idoneidad con que cada individuo los toque y desarrolle.

Tal vez improvisando modos de cómo encarar una improvisación ya se esté transmitiendo la idea a la capacidad de asimilación, por lo que se deduce, que es más factible aprender a improvisar según percepción individual y formas propias de tocar, que pretender hacerlo "tal como fulano lo hace"